En caso de incendio, es crucial comprender las diferentes clases de fuego y utilizar los agentes extintores adecuados para apagarlos de manera segura y eficiente. En este artículo, te proporcionaremos una visión más detallada de las clases de fuego según la norma UNE-EN 2, junto con los agentes extintores ideales, recomendados y no recomendados para cada una de ellas.
Clase A: Fuegos de materiales sólidos
Los fuegos de Clase A involucran materiales sólidos, como madera, tela, papel, cartón, entre otros. Los agentes extintores ideales para esta clase son el agua y los agentes extintores que contienen agua, como la espuma física. El agua es altamente efectiva para enfriar y sofocar estos fuegos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que ciertos materiales, como los metales alcalinos (sodio o potasio), no deben ser apagados con agua debido a las reacciones peligrosas que pueden ocurrir. Por lo tanto, no se recomienda el uso de agua en estos casos.
Clase B: Fuegos de líquidos o sólidos licuables
Los fuegos de Clase B se producen a través de líquidos inflamables o sólidos que pueden licuarse, como gasolina, petróleo, alcohol y alquitrán. Los agentes extintores ideales para esta clase son la espuma física, especialmente la espuma formadora de película acuosa, y los polvos químicos secos. Estos agentes actúan sofocando el fuego y enfriándolo, evitando así su propagación. El dióxido de carbono (CO2) también puede ser eficaz en fuegos de Clase B, pero no se debe utilizar en espacios confinados debido a los riesgos asociados con la falta de oxígeno.
Clase C: Fuegos de gases
La Clase C hace referencia a fuegos que incluyen gases inflamables, como acetileno, butano, metano y gas natural. En estos casos, lo más importante es garantizar la seguridad personal y evacuar el área. La extinción de fuegos de Clase C requiere la intervención de profesionales capacitados, y no se recomienda que personas no expertas intenten apagar este tipo de fuegos debido a los riesgos asociados con los gases inflamables y las condiciones inseguras. El corte del suministro de gas y el enfriamiento indirecto del equipo o instalación involucrada son medidas fundamentales.
Clase D: Fuegos de metales
Los fuegos de Clase D se producen con metales combustibles, como aluminio en polvo, potasio, sodio y magnesio. Para extinguir los fuegos de Clase D, se recomienda utilizar agentes extintores especializados, como polvos especiales (por ejemplo, polvo de grafito) y arena de sílice. Estos agentes impiden la reacción química y enfriar el metal en combustión. Es importante tener en cuenta que no se debe usar agua ni agentes extintores comunes en fuegos de Clase D, ya que pueden aumentar la intensidad del fuego o provocar reacciones peligrosas.
Clase F: Fuegos derivados de ingredientes de cocina
La Clase F comprende fuegos originados por el uso de aceites y grasas vegetales o animales en la cocina. Estos fuegos pueden ser especialmente desafiantes debido a la alta temperatura de los aceites y grasas. Para extinguir los fuegos de Clase F, se recomienda utilizar agentes extintores específicos para grasas y aceites, como los pulverizadores de agua en forma de neblina fina y los extintores de espuma especial. Estos agentes ayudan a enfriar el fuego y formar una capa que previene la re-ignición.
Es esencial estar preparados y comprender las diferentes clases de fuego, así como los agentes extintores más adecuados para cada una de ellas. La elección correcta del agente extintor puede ser crucial para controlar un incendio de manera segura y evitar su propagación descontrolada. Sin embargo, siempre se debe priorizar la seguridad personal y llamar a los servicios de emergencia competentes en caso de un incendio.
A continuación, os dejamos con una tabla que sirve de resumen para comprender mejor los distintos tipos de fuego y sus agentes externos.